A sus 18 años, gracias a su esfuerzo y sus ansias de surgir a pesar de los obstáculos de la vida, ha logrado entrar al mundo del modelaje. La historia de Beatriz Benavente es inspiración para todas aquellas personas que persiguen un sueño. Y sus ganas de seguir adelante son una valiosa característica que identifica a muchas de las jóvenes peruanas.

¿Cómo entraste al mundo del modelaje?
Desde que tenía cinco años, cuando me preguntaban qué quería ser de grande yo respondía: modelo, y posaba para todo, pero nunca tuve los medios para entrar al mundo del modelaje y tampoco estaba muy enterada de cómo hacerlo. Hasta que un día, vi en Facebook un anuncio de Miss Sudamérica y me pregunté a mi misma ¿cómo sería si yo saliera ahí, en esas fotos?

Y fue ahí que tomaste la decisión que te cambió la vida
Sí. Me comuniqué con ellos y, al cabo de una semana, me contactaron. Me animé a entrar al concurso y, aunque nunca había hecho nada de modelaje, me lancé. Fue muy reñido. Éramos 24 candidatas a las que nos habían preparado durante cuatro meses y medio.

¿Cómo fue la experiencia?
Algunos días me sentía muy insegura. Recuerdo que justo antes de salir al evento me puse a llorar, porque tenía mucho miedo, pero Alissa, quien en ese entonces era Miss Teen Sudamérica me dio su apoyo y me impulsó a seguir. Este concurso ha sido mi primera experiencia en el mundo del modelaje y ganar me ha ayudado muchísimo a crecer.

¿Cuál consideras que ha sido la clave de tu desarrollo personal y profesional?
Considero que fue mi esfuerzo, pero sola no hubiera podido. El hecho de que mi mamá esté ahí apoyándome en todo fue fundamental. Además, puse mucho de mi parte en hacer las cosas correctamente. Me dedicaba al concurso y, aunque fue sumamente difícil seguir con mi carrera de arquitectura en paralelo. Todo se trata de tener voluntad de hacer lo que consideras tu pasión.

¿Qué rol cumplió tu familia en tu desarrollo personal y profesional? 
Aunque tenían miedo, al igual que yo, siempre estuvieron a mi lado. Mi hermano me apoyó mucho económicamente. Ellos se toman muy en serio lo que hago y cuando me siento frustrada me dan ánimos para seguir adelante. Me hacen recordar lo que valgo y me tienen mucha paciencia. Mi mamá siempre me ha dicho que nunca me olvide de lo que soy, de dónde vengo y que siempre sea yo misma.

¿Cuál ha sido el momento más difícil que has atravesado durante tu vida y cómo lo has enfrentado?
Mi infancia fue el momento más difícil de mi vida. Mi papá tenía un trabajo muy difícil y mi mamá se dedicaba a nosotros. Vivíamos en un cuartito al fondo de la casa de mis abuelos y lo único que teníamos era dos camarotes y una mesita de madera prensada. No teníamos dinero para ir al colegio, así que mis papás y mi hermano se encargaban de lijar las carpetas para poder costear las pensiones. La situación era tan difícil que algunos días no teníamos ni para comer, pero siempre de una u otra manera conseguíamos algo. En el camino nos hemos encontrado gente que nos ha ayudado mucho. Siempre hemos enfrentado los problemas unidos y apoyándonos.

Además de entrar al mundo del modelaje y la belleza, cosa que ya conseguiste, ¿tienes algún otro sueño?
Quisiera ser modelo de alta costura o manejar alguna marca importante. Trabajar en escaparatismo y aportar creativamente en la imagen de alguna tienda de renombre.

Eres una chica muy joven, ¿cómo te ves en 10 años?
Como modelo de alguna marca muy importante o quizás como asesora de imagen. Me gustaría aportar mis conocimientos a alguna marca de renombre. Dar conferencias, hacer congresos internacionales o ser influencer. Si cumplo alguno de mis sueños, lo primero que haría sería comprarle una casa a mis papás y si eso sucede antes de los 10 años, mucho mejor.

¿Qué mensaje le dejas a todas aquellas personas cuyas ansias de perseguir sus sueños se ven apagadas pues los ven muy lejanos?
Que se miren a un espejo y se digan a sí mismos ‘’ Yo sí puedo’’, que no dejen que las críticas negativas los hundan sino mas bien que los hagan crecer. También, que busquen cuál es su motor, su motivo o inspiración para que sigan adelante y sobre todo que confíen en que la fuerza de Dios y la fe lo pueden todo, porque la fe mueve montañas y eso es algo a lo que deben siempre aferrarse.

Fotos:Max Lopez