Ingrid y Ronald son ejemplos inspiradores para los jóvenes emprendedores. Esta pareja es la dueña y fundadora de Tostao, una cafetería cuyo ambiente acogedor, comida deliciosa y buen servicio, se ha ganado el cariño de todos los chiclayanos.

La historia empezó así: ella, trabajaba como pastelera y él, era el encargado de cocina de un hotel de la ciudad de Chiclayo. Ambos trabajaban muy duro, siempre con la idea de tener algo propio. Cuando Ronald recibió una propuesta para trabajar en Cuzco, la hermana de Ingrid le dio una idea: ¿Por qué no, en lugar de mudarse a la ciudad imperial, se quedaba en Chiclayo y junto a Ingrid se lanzaban a abrir su propio negocio? La idea no era del todo descabellada, así que la pareja puso manos a la obra en el proyecto.

Los días y las ideas fueron pasando y, finalmente, cayeron en la cuenta de que en Chiclayo no había un lugar en donde se disfrute de un buen café, así que decidieron abrir uno. Desde ese momento, se empezaron a empapar del tema y a investigar todo sobre la preparación de esta bebida.‘’Queríamos hacer algo en lo que se fusione nuestros talentos. El de Ronald, que es la preparación del buen café, y el mío que es la pastelería. Así que decidimos crear un nuevo concepto’’.- cuenta Ingrid.

Ingrid y Ronald sabían que estaban dando un gran paso a nivel profesional y también en su relación, pero el entusiasmo era más fuerte que el miedo. Debido a su juventud, muy pocos confiaban en el éxito de la idea. Incluso el padre de Ingrid, dueño del local que emplearían para el café, consideraba que era una locura lanzarse, pero la pareja solo miraba hacia adelante.

Para convertir su idea en negocio necesitaron capital, así que pidieron un préstamo al banco, el que fueron pagando de a pocos y con mucho esfuerzo. ¿El nombre elegido?: ’’Tostao’’, como coloquialmente se le llama al café tostado en el campo.

EL LUGAR
La decoración de Tostao ha sido realizada a gusto de la pareja. Los murales de colores del interior son obra de una  joven artista chiclayana, los muebles fueron hechos por un artesano de la selva, y así, cada detalle ha sido preparado cuidadosamente para que el lugar sea súper acogedor. En la fachada, un oso de anteojos, animal representativo de la región, es el encargado de dar la bienvenida.

Tostao abrió sus puertas el 25 de marzo del 2015 con solo cinco personas a cargo: dos en cocina, un mozo y Ronald e Ingrid que se repartían todas las demás tareas. Actualmente, el café cuenta con alrededor de 35 jóvenes colaboradores que disfrutan de un ambiente de trabajo muy dinámico, agradable y lleno de compañerismo.

LA COMIDA
Tostao presenta una carta que, por supuesto, ofrece una gran variedad de café: desde el delicioso Macciato, pasando por el Latte, hasta el clásico e infaltable Capuccino. Este último tiene también su versión Tostao, que tiene como ingrediente especial al pisco y fue bautizada como  Capucholo.

El lado dulce de la carta está encabezado por los inigualables cheescakes. Hay de fresa, de arándanos, de aguaymanto y brownie. Y pensando en los clientes vegetarianos, las ensaladas también son una sensación, sobre todo la muy pedida Veggiesalad.

Un desayuno en Tostao los hará sentir como en casa. Este lugar ofrece juguitos cremosos de frutas, y para acompañarlos, nada mejor que los sándwiches ‘’Campechano’’ o ‘’ Club Tostao’’, ideales para compartir con alguien que quieres en medio de una buena conversación.

Tostao poco a poco ha ido creando una comunidad de comensales tan fieles, que en Chiclayo resulta la primera opción para quienes quieren compartir tiempo en familia, con su pareja o sus amigos. Si están o van de visita por la ciudad de la amistad, no dejen de ir.

Fotos: Renzo Díaz